Transormarse es una elección.
Elegirse es un camino
El tarot
Después de una decena en contacto con el tarot, esa herramienta sigue fascinándome. Todavía no me explico con que magia las cartas pueden ensamblarse para transmitir de manera tan justa y sutil los mensajes de lo invisible.
Son un medio para comunicar con partes suyas, de su alma, a veces de sus guías, un ángel, sus ancestros…
A veces algunas cartas me hacen reír ; me hablan con mucho humor.
A veces me conmueven hasta las lagrimas, y a ustedes también.
A veces me cuentan su coraje, o hacen hablar la niña o el niño adentro de ustedes.
Pero siempre, siempre, nos enseñan el camino hacia la sanación, la transformación, la realización de nuestro ser.
El tarot tiene ese poder de conectarnos con nuestro ser profundo, nuestra esencia y nuestra misión de vida.
Las constelaciones familiares
Para mi, las constelaciones son la mejor herramienta para trabajar sobre si mismo.
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Tuve la suerte de experimentar muchas terapias, con resultados más o menos eficientes. ¡Pero con las constelaciones…!! ¡Que terapia tan fina, tan potente, tan eficaz!
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En una sesión, la transformación, la re-alineación, es inmediata. Regresamos a un espacio de paz, el futuro se abre, la realidad está como transformada. Y lo más bonito, ¡es que todo se puede constelar! Los vínculos familiares, los traumas, los bloqueos, los objetivos, los síntomas, las adiciones… Todo.
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A veces, se descubren lealtades o pesos, que pertenecen a nuestro árbol genealógico y se transmitieron inconscientemente de generación en generación. La constelación tiene esa capacidad de liberarlos, para liberarlos a ustedes.
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Porque permite ir a buscar las informaciones contenidas en el inconsciente o el invisible y enseñar dónde está el bloqueo, lo que hace falta, y los recursos disponibles.
¿Cómo? Representando en el exterior lo que está en el interior o en lo invisible. Eso con la ayuda de figuritas, o personas sí estamos en grupo. Lo que no había podido ser expresado puede por fin ser nombrado y liberado.
Durante la sesión, algunas palabras o movimientos se vuelven gigantes curanderos.
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La sanación es profunda, liberadora. Le permite reencontrar su lugar justo, en su familia, en el mundo, y en su vida.